Con el inicio del año 2025, las empresas se encuentran en un momento clave de su planificación. A nivel contable y fiscal, el mes de enero es momento de presentación de impuestos y multitud de tareas. Además, para aquellas empresas que hayan cerrado el ejercicio económico en diciembre, coincidiendo con el año natural, deberán comenzar también ya a trabajar en el cierre contable y fiscal.
Este proceso es fundamental para garantizar la precisión de los estados financieros, cumplir con las obligaciones normativas y tomar decisiones informadas que fortalezcan la salud financiera de la organización.
Por eso, y dadas las fechas y su obligatoriedad, a continuación, hablamos sobre los puntos más relevantes que toda empresa debe considerar para llevar a cabo un cierre de ejercicio exitoso:
Conciliaciones clave al cierre
Antes de concluir el ejercicio, es esencial revisar las conciliaciones clave para asegurarse de que todo esté en orden y refleje la realidad de la empresa:
- Reparto de resultados: Hay que asegurarse de que el reparto del resultado del ejercicio anterior esté contabilizado correctamente en la fecha de la Junta General de aprobación de cuentas.
- Capital social: Revisar si se han producido movimientos en el capital social durante el ejercicio.
- Desequilibrio patrimonial: La meta es comprobar que el patrimonio neto no sea inferior al 50% del capital social. En caso de desequilibrio, la sociedad tiene dos meses para restablecer el equilibrio y evitar contingencias legales.
Cuentas fiscales y retenciones
De igual forma, es necesario pararse a revisar las cuentas fiscales para garantizar que todos los impuestos y retenciones estén correctamente reflejados, como sucede con:
- IVA (cuentas 470/4709): Refleja correctamente el resultado del modelo 303. Si es a devolver, se utiliza la cuenta 4709; si es a compensar, la 470.
- Impuesto sobre Sociedades (cuentas 4709 y 4752): Registra los importes a devolver o pagar del modelo 200 de forma precisa.
- Retenciones (cuentas 4751, 473 y 4750): Hay que asegurarse de que las retenciones por rendimientos del trabajo (modelo 111), capital mobiliario (modelo 123) e inmobiliario (modelo 115) estén correctamente conciliadas. Solicita los certificados necesarios a los retenedores.
Es fundamental que las cuentas de IVA repercutido (477) e IVA soportado (472) queden a cero al cierre del ejercicio, especialmente si coinciden con el último día del período de liquidación.
Periodificaciones y ajustes necesarios
- Ingresos y gastos: Los ingresos para periodos futuros deben registrarse como ingresos diferidos. Además, ajustar los gastos adelantados, como seguros o servicios, para reflejar la realidad económica del ejercicio. Por ejemplo, si se ha recibido un pago de arrendamiento en diciembre que corresponde a enero, se debe periodificar correctamente.
- Deudas a corto y largo plazo: Reclasificar como deudas a corto plazo las obligaciones a largo plazo que vencen en los próximos 12 meses, para mantener coherencia entre el balance y la memoria de las cuentas anuales.
- Diferencias de cambio: Valorar las cuentas de tesorería, créditos y débitos al tipo de cambio vigente, registrando las diferencias contra pérdidas y ganancias.
Conciliaciones de tesorería y otras cuentas
- Cuentas de tesorería (subgrupo 57): Hay que conciliarlas con los extractos bancarios y el arqueo de caja.
- Cuentas de crédito: Se necesita verificar que solo se registre el importe dispuesto, no el límite disponible.
- Cuenta 555 (partidas pendientes de aplicación): Es necesario dejar su saldo a cero para evitar imprecisiones.
Inmovilizado y amortizaciones
Las cuentas de inmovilizado y amortizaciones deben ser revisadas y ajustadas de acuerdo con lo siguiente:
- Amortizaciones: Asegurar que los criterios aplicados sean uniformes y estén alineados con las tablas fiscales.
- Inmovilizaciones en curso: Reclasificar como inmovilizado definitivo las inversiones que ya están en funcionamiento e iniciar su amortización.
- Mejoras e inversiones: Activar como mayor valor del inmovilizado los gastos que aumenten la vida útil o capacidad del activo, evitando tratarlos como reparaciones.
Deterioros y provisiones
Es necesario revisar los deterioros y las provisiones para asegurar que se ajusten a los criterios fiscales:
- Correcciones de valor: La principal labor es reconocer el deterioro de créditos dudosos si cumplen los criterios fiscales, como haber transcurrido más de seis meses desde su vencimiento o que el deudor esté en concurso.
- Provisiones: Es una necesidad el revisar que las provisiones dotadas cumplan con los requisitos fiscales para ser deducibles.
Planificación fiscal y deducciones
- Compensación de bases imponibles negativas: Utiliza hasta el 70% de la base imponible previa o hasta 1 millón de euros, según corresponda.
- Deducciones fiscales:
- I+D+i: Deduce entre el 12% y el 25% de los gastos elegibles.
- Creación de empleo: Hasta 12.000 € por trabajador con discapacidad contratado.
- Donativos: Se aplica entre un 40% y un 50% de deducción, dependiendo del caso.
- Reserva de capitalización: Reduce la base imponible en un 10% del incremento de fondos propios, siempre que este se mantenga durante cinco años.
El cierre contable y fiscal no solo garantiza el cumplimiento normativo, sino que también ofrece una fotografía fiel de la salud financiera de tu empresa. Aprovechar este período para planificar adecuadamente permite tomar decisiones estratégicas, evitar sanciones y optimizar el ahorro fiscal.
Si necesitas ayuda para realizar tu cierre contable o fiscal del ejercicio anual, LEIALTA cuenta con un equipo de asesores especializados que pueden guiarte en este proceso y garantizar el cumplimiento de todas tus obligaciones.
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