Las actividades de los Centros Especiales de Empleo (CEE) son cada vez más complejas y especializadas, y por tanto tienen un mayor valor añadido. Si eres empresario, y estás pensando en invertir en un proyecto de estas características, es un punto que has de tomar en consideración.
Hay que tener en cuenta que los centros especiales de empleo son empresas donde la mayor parte de la plantilla está integrada por personas con discapacidad; en concreto, el porcentaje legal establecido de un 70% de trabajadores con calificación de discapacidad. Como bien es sabido, la labor de estos centros contribuye a facilitar la integración social y laboral del colectivo, y además ayuda a las empresas a cumplir con las cuotas de integración exigidas por nuestra actual normativa. Hasta aquí, todo está claro… Pero lo cierto es que existe un gran desconocimiento sobre cuáles son las actividades de los Centros Especiales de Empleo actualmente, y cómo se gestionan los CEE realmente.
Hoy día, la mayoría de los que hay en nuestro país son empresas eficientes, rentables y con excelentes políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), donde la especialización de los trabajadores es cada vez mayor. ¡Te invitamos a conocer cómo funcionan!
Actividades de los Centros Especiales de Empleo
Durante siglos, la sociedad ha discriminado al colectivo de personas con discapacidad sin preocuparse por su integración. Afortunadamente, en las últimas décadas esta situación ha cambiado de forma vertiginosa y los gobiernos se han comprometido a instaurar políticas destinadas a lograr la plena inserción laboral y social de estas personas.
Una de las formas más interesantes de conseguirla es mediante la obtención de un puesto de trabajo remunerado. Como todos sabemos, es algo que nos hace sentirnos útiles, formar parte de un proyecto colectivo, y que además nos convierte en personas independientes y autosuficientes.
Las actividades de los Centros Especiales de Empleo en colaboración con los Servicios de Ajuste y de las Unidades de Apoyo que puedan haber constituido, tienen como objetivo generar en esos empleados satisfacción por su independencia y por el hecho de formar parte de una empresa que busca aportar un enfoque de rentabilidad económica y social para su promotor o creador.
Sin embargo, todavía hoy hay quien piensa que dichas actividades solo contemplan trabajos de poca dificultad o especialización. De eso, nada: en los Centros Especiales de Empleo, los empleados realizan tareas con determinados grados de complejidad, siempre adaptadas a la situación especial de cada trabajador.
Para controlar que esto es así y que las actividades que se realizan en los CEE se adecuan a las circunstancias individuales de cada persona, no hay mejor herramienta que una gestión profesionalizada del propio centro (no dejes de leer este artículo sobre la profesionalización en los centros especiales de empleo y la importancia de los Servicios de Ajuste y las Unidades de Apoyo). Es fundamental plantearse una visión innovadora en cuanto a la posibilidad de establecer puestos de trabajo adaptados a cada trabajador y trabajadora con discapacidad.
Puestos de trabajo adaptados a cada trabajador y trabajadora
La adaptación del puesto de trabajo en los Centros Especiales de Empleo, y en la empresa en general, implica modificar sus condiciones estándar, para que pueda ser realizado por una persona con discapacidad. Los ajustes pueden ser muy variados o múltiples, y van desde la eliminación de barreras físicas a la flexibilización de horarios para visitas médicas, pasando por la adaptación del espacio laboral, la iluminación o el mobiliario utilizados en la empresa, la eliminación de barreras en el entorno del centro de trabajo, etc.
Como empresario, cualquiera que ponga en marcha un CEE sabe que es importante que el centro mantenga una viabilidad y rentabilidad a futuro. Una empresa que no es viable no tiene futuro, y entre los factores que van a determinar esa continuidad y estabilidad empresarial está la obligación de incorporar a trabajadores con discapacidad suficientemente cualificados.
Por eso, como en cualquier otro negocio, las actividades que se realizan en los Centros Especiales de Empleo deben servir para que cada trabajador ofrezca lo mejor de sí, se involucre en su potencial y considere que puede alcanzar diferentes objetivos laborales y profesionales si se lo propone y cuenta con los apoyos y estímulos adecuados.
A través de programas de formación continua, los centros especiales de empleo pueden lograr que los trabajadores con discapacidad sean capaces de desarrollar tareas complejas, especializadas y necesarias para su evolución personal con el fin de facilitar su tránsito hacia entornos más abiertos u ordinarios.
Si nos detenemos a examinar las actividades que se realizan en los CEE de nuestro país, encontramos casos muy interesantes que resultan especialmente reveladores. Por ejemplo, los empleados del centro especial de empleo Integrandes realizan tareas de manipulado de piezas industriales, control visual de piezas industriales e impresión digital.
Por otra parte, casos como el de Valoriza Centro Especial de Empleo (en cuya puesta en marcha y gestión se contó con el asesoramiento del departamento de consultoría social de Leialta) demuestran que los CEE pueden llegar a ser organizaciones mercantiles ligadas a una economía solidaria, rentable, eficiente y socialmente comprometida.
Hacia un futuro integrador
Las actividades de los centros especiales de empleo no solo están enfocadas a la productividad y a la integración, sino también a la capacitación profesional y continuada de las personas con discapacidad que se incorporen a estos. De esta manera, y como cualquier otro trabajador o trabajadora, podrán promocionar para mejorar sus condiciones laborales y realizar tareas cada vez más complejas y específicas.
Es el momento de dejar atrás los prejuicios obsoletos para avanzar en el conocimiento de la realidad de este colectivo, formado por personas que tienen mucho que ofrecer, y gracias a las cuales el éxito y la consolidación de los centros especiales de empleo están más que garantizados.
Si estás pensado que tu proyecto es viable con esta fórmula y quieres saber más sobre las actividades de los centros especiales de empleo, no dudes en consultarnos. Nuestra empresa de consultoría en Madrid tiene los mejores especialistas en estudios de viabilidad, implantación y acreditaciones de centros especiales de empleo. Y si tienes dudas, opiniones propias o quieres comentar simplemente, no dudes en hacerlo aquí abajo.
Hola,
Tengo 45 años y desde 2011 soy el único empleado de una empresa familiar dedicada al alquiler de inmuebles. Me acaban de subir la minusvalía del 35% al 49%, y me beneficio de la bonificación de 450 euros mensuales.
Mi salario está limitado en cierta forma por esta bonificación por los altos costes de la seguridad del importe no bonificado. Mi pregunta es si con un sólo empleado se podría considerar a la empresa como un CEE para beneficiarse de la bonificación del 100% en las cuotas.
Muchas gracias y enhorabuena por su excelente blog
Hola Ignacio,
Gracias por tu interés en nuestro blog. Nos alegra mucho que te guste.
Respecto a la consulta que nos haces, indicarte que sí es posible que una empresa con un solo empleado con discapacidad pueda considerarse CEE. Ahora bien, tengas un empleado o cincuenta, los trámites que vas a tener que realizar para acreditar la empresa como CEE son los mismos. Es posible que el tiempo que inviertas en obtener la acreditación, no te compense económicamente ya que es un trámite largo y complejo. Además, debes tener en cuenta la actividad que desarrolle la empresa. Dada la actividad y estructura que tenéis, veo difícil que obtengáis la acreditación: Es una empresa que no parece que vaya a contratar más personas con discapacidad, por lo que no promueve la contratación de este colectivo. Por otro lado, la actividad que desarrolla la empresa es patrimonial: son los activos los que generan el negocio, no los empleados. Ante todo, con un CEE se busca que haya un desarrollo profesional de las personas con discapacidad participando intensamente en el proceso productivo.
Un cordial saludo.