En los últimos meses, el tema de las auditorías salariales ha levantado ampollas dentro del mundo empresarial. De cara a la galería, todos los sectores que forman parte del mundillo parecen estar a favor de la igualdad laboral entre hombres y mujeres. Pero cuando tienen que rendir cuentas, entonces la cosa cambia: pocas empresas parecen estar dispuestas a hacerlo.Sin embargo, los datos son claros: en España las mujeres cobran como media un 18% menos que sus compañeros, por lo que a lo largo del año terminan trabajando “gratis” durante varias semanas. La implantación de nuevos planes y cambios en la legislación busca resolver el problema de la brecha salarial, o por lo menos poner en marcha los mecanismos para poder solucionarlo a futuro.
En el post de hoy te contamos qué son las auditorías salariales, a qué empresas afectan y por qué merece la pena que las empresas cuenten con un buen plan de igualdad, incluso aunque no estén obligadas. Sigue leyendo para no perderte nada…
Auditorías salariales: qué son y a quiénes afectan
Índide de contenidos
Las auditorías salariales son inspecciones que se les hacen a determinadas empresas para verificar si los salarios de trabajadoras y trabajadores son equivalentes, dentro de la misma categoría laboral, horario y condiciones del puesto. Al igual que sucede con la implantación de planes de igualdad, el Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades 2018 / 2021 puesto en marcha por el gobierno anterior (y mantenido y ampliado por el actual) establece la obligatoriedad de realizar estas auditorías para aquellas empresas que tengan más de 250 personas en plantilla. Este plan aún está a la espera de su implementación, encontrándose por el momento en proceso de borrador.
A este respecto, cabe señalar el toque de atención que el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas ha enviado a nuestro país. Este año, este organismo ha vuelto a “suspender” a España en derechos humanos y laborales y ha apremiado al gobierno a implementar el Plan Estratégico lo antes posible, tal y como informa la noticia publicada en abril de 2018 por el sindicato CCOO.
Objetivo: terminar con la brecha salarial
Las auditorías salariales están encaminadas a equiparar los sueldos de hombres y mujeres, a través de un proceso de transparencia. Hasta ahora las empresas no tenían la obligación de desvelar lo que cobraban sus empleados y empleadas, lo que hacía posible abonar nóminas con grandes diferencias de cuantía que favorecían (y mucho) a los trabajadores sin que el resto de la plantilla o los representantes de los trabajadores tuviesen constancia alguna de ello. La obligación de realizar auditorías salariales persigue que los hasta ahora opacos salarios se vuelvan transparentes y tengan acceso a ellos los representantes legales de los trabajadores y trabajadoras, así como los propios integrantes de la plantillas.
¿Cuáles serían entonces las consecuencias para las empresas? Si tras realizar una auditoría salarial la empresa auditada no soluciona el problema, puede terminar enfrentándose a sanciones graves que conllevan un importante desembolso económico. Y eso no es todo: también se expone a perder todo tipo de ayudas y subvenciones estatales, y a no poder licitar a concursos públicos en el futuro.
Una desigualdad tradicionalmente admitida
La pregunta del millón es, sin duda, la siguiente: ¿por qué cobran menos las mujeres? Si tanto la declaración de los Derechos Humanos como la Constitución Española reconocen y reflejan la igualdad de derechos de hombres y mujeres en todos los campos (incluyendo el laboral), parece increíble que la brecha salarial sea algo admitido en la sociedad. Y sin embargo, así es. Las razones por las que las trabajadoras cobran bastante menos que sus compañeros en igualdad de condiciones laborales están profundamente enraizadas en el tejido social. Podemos clasificar estos motivos en dos grupos:
- Razones sociales. Por el hecho de ser mujeres, muchas trabajadoras escogen jornadas laborales parciales (para hacerse cargo del cuidado de niños, madres y/o padres). Los pluses que incluyen muchos puestos de trabajo están relacionados con actividades normalmente asumidas por los hombres, como la posibilidad de viajar. Las mujeres suelen verse penalizadas por el simple hecho de poder ser madres (aunque no aparezca reflejado en sus contratos), mientras que la paternidad no solo es reconocida sino también valorada positivamente en el trabajo. En este sentido, la tendencia es equiparar en el futuro los permisos de paternidad y maternidad, tanto en tiempo como condiciones: no solo para favorecer la conciliación, sino también para eliminar la discriminación laboral.
- Razones de género. Por otra parte, los salarios de muchas mujeres son más bajos por el simple hecho de serlo. Esta actitud, claramente discriminatoria y contraria a los Derechos Humanos y la Constitución Española, es puesta directamente en el punto de mira a través de las auditorías salariales. Desde el momento en el que los salarios sean transparentes y estén al alcance de todos, los agentes sociales y la ley podrán solicitar que se penalicen estas prácticas.
Hagamos números: un ejemplo revelador
Para hacernos una idea de la necesidad de las auditorías salariales como medio para eliminar la brecha de género en el campo laboral, vamos con un ejemplo. Imaginemos una empresa donde una mujer y un hombre tienen puestos de trabajo similares. En este caso, la empresa es equitativa y abona un salario base idéntico a ambos: 100.000 euros. El puesto de trabajo implica realizar un porcentaje de horas variable en forma de guardias: es aquí donde se marca la diferencia. Al final del año, el trabajador percibe 20.000 euros más por realizar guardias, mientras que la trabajadora únicamente recibe 10.000 euros. ¿La razón? El cuidado de los hijos le ha impedido asumir el mismo porcentaje que su compañero, también padre. En el caso de la brecha de género, el ejemplo sería similar pero mucho más preocupante: sencillamente, la empresa decide pagar a la trabajadora 10.000 euros menos al año sin razón alguna.
Y por si fuera poco, todo esto hay que sumar una tercera vía discriminatoria que las auditorías salariales no podrán corregir (en este caso, se impone tomar medidas inmediatas en forma de regulación de convenios). Tradicionalmente, muchos empleos están “clasificados” por razón de género; y como no podía ser de otra manera, las mujeres salen perdiendo. En sus convenios colectivos, los puestos desempeñados mayoritariamente por mujeres tienen salarios muy bajos en comparación con los de sus compañeros masculinos. Un buen ejemplo es el de los salarios de las camareras de pisos y los camareros de barra de los hoteles: los hombres cobran sueldos más elevados y tienen mejores condiciones laborales en puestos de similar calificación y misma cantidad de horas de trabajo.
Consecuencias de las auditorías salariales
Viendo cómo están las cosas en el tejido empresarial español, no es de extrañar que muchas empresas y la patronal hayan puesto el grito en el cielo con el advenimiento de las auditorías salariales. Porque si tras una auditoría se detectan irregularidades de este tipo en una empresa y no se corrigen, las sanciones pueden ser muy importantes.
A grandes rasgos, el incumplimiento de las obligaciones por parte de las empresas establece sanciones muy graves que implican la pérdida de las subvenciones o ayudas que los gobiernos (central y autonómicos) hayan adjudicado a las empresas, así como la posibilidad de licitar a concursos públicos. También se verán excluidas de percibir beneficios obtenidos por la aplicación de programas de empleo.
Por otra parte, la cuestión de las auditorías salariales va acompañada del tema de las multas. Además de las sanciones correspondientes a porcentajes sobre la masa salarial que comentamos en el post antes mencionado, según este artículo de la web Noticias Jurídicas las multas para las empresas cubren un rango que va desde los 626 euros por infracción grave hasta alrededor de 188.000 euros por infracción muy grave.
¿Quiénes tendrán acceso a información sobre salarios?
Como comentábamos, las auditorías salariales tienen como función “obligar” a las grandes empresas a ser transparentes en materia de salarios. España es un país donde tradicionalmente no se habla de dinero, a diferencia de otros lugares de Europa (donde las personas comentan tranquilamente sus sueldos y los comparan con los de los demás). Esta actitud ha favorecido las desigualdades salariales, siendo las mujeres claramente las grandes perjudicadas. Con las nuevas medidas en favor de la igualdad, los trabajadores y trabajadoras de las empresas que tengan más de 250 personas en plantilla podrán acceder a los registros de salarios para comprobar que sus condiciones laborales son equivalentes a las de sus compañeros.
Esto implica la obligación por parte de la junta directiva o del empresario de mantener “un registro con los valores medios de los salarios, los complementos salariales y las percepciones extrasalariales, desagregados por sexo y distribuidos por grupos profesionales, categorías profesionales o puestos de trabajo iguales o de igual valor”, tal y como se indica en el proyecto de ampliación de la ley propuesto por el PSOE y reflejado en esta noticia publicada por el diario El Mundo.
Auditorías salariales para todos: ¿qué pasa con las PYME?
Esta batería de medidas es sin duda un paso fundamental para solucionar el grave problema de la brecha salarial en España. Sin embargo, los agentes sociales no están satisfechos con la propuesta original del Partido Popular ni con su ampliación por parte del PSOE, ahora en el gobierno. Aunque el tema de las auditorías salariales y las sanciones ha sido bienvenido por parte de los sindicatos, estos exigen al gobierno que dé un paso más y amplíe la obligación de realizar auditorías salariales a empresas más pequeñas, a partir no ya de 250 personas en plantilla, sino de 25. La patronal, de nuevo, ha mostrado su rechazo frontal a esta exigencia alegando futuras pérdidas de competitividad por parte de las empresas españolas.
Frente a esta situación, la cosa está clara. Independientemente de la envergadura de las empresas, la igualdad es necesaria en todos los campos de la sociedad (y especialmente en el campo laboral). Tener un buen plan de igualdad e implantarlo de forma eficaz puede suponer un importante impulso para tu empresa, grande o PYME. Además de mostrar una imagen moderna y equitativa frente a tus competidores, te permitirá colocarte en posición de privilegio de cara a concursos públicos, ayudas y subvenciones. En LEIALTA somos expertos en este tema y hemos ayudado a muchas empresas en la implantación de planes de igualdad, de los que ahora están orgullosas. Cuéntanos tu caso y te asesoraremos.
No dejes que tu empresa se quede atrás
Las auditorías salariales son solo un paso más en el camino hacia la equiparación de derechos entre hombres y mujeres. Nuestra sociedad necesita empresas que se comprometan y lideren el cambio, sin perder competitividad ni beneficios. Es más: las empresas pueden beneficiarse de sus buenas prácticas y alcanzar el deseado win-win. No te quedes atrás e infórmate sobre cómo adaptar tu negocio a los nuevos tiempos gracias a nuestro servicio de asesoría para empresas. Déjanos un comentario o contacta con nosotros y resolveremos tus dudas sobre auditorías salariales y planes de igualdad.