Cuando hablamos de ética corporativa y RSC (Responsabilidad Social Corporativa o Responsabilidad Social Empresarial), entramos en un campo complicado que puede llevarnos a conclusiones incómodas. Conceptos como “ética”, “moralidad” o “responsabilidad” parecen entrar directamente en el campo de los principios personales; pero en realidad, cuando se aplican al mundo corporativo o empresarial pasan a abarcar un entorno muchísimo más amplio.
Los actos de una empresa generan un impacto inmediato en la sociedad. Y dado que vivimos en un mundo globalizado, este impacto se puede extender hasta extremos insospechados. Por eso, en la política de RSC de una empresa es fundamental utilizar la ética corporativa para diseñar un plan estratégico que permitirá a dicha sociedad actuar de manera correcta, posicionarse en primer puesto y generar beneficios en todas direcciones. ¿Cómo se articula la relación entre ética corporativa y RSC? Sigue leyendo y lo descubrirás.
Ética corporativa y RSC: qué son y cómo interactúan
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Antes de adentrarnos en la relación entre ética corporativa y RSC, vamos a echar un vistazo a cada concepto. Para saber qué es la Responsabilidad Social Corporativa nos apoyamos en la definición que nos facilita el Observatorio de RSC: se trata de “una forma de dirigir las empresas basada en la gestión de los impactos que su actividad genera sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, medioambiente y sobre la sociedad en general” (si quieres saber más sobre este tema, en este artículo te contamos qué es la RSC y su aplicación en España).
Por otra parte, y de acuerdo con este extenso e interesante ensayo de William M. Martínez, la ética corporativa (o ética empresarial) “estudia, evalúa, analiza y cuestiona los estándares éticos, políticas administrativas, normas morales y teorías éticas que los gerentes y estrategas usan para resolver asuntos morales y dilemas éticos que afectan la empresa”. Es decir: es el conjunto de normas basadas en los principios éticos y morales que articulan la relación entre la empresa y la sociedad, y entre las partes de la empresa (a nivel interno).
Business is business… ¿O no?
Históricamente, la presencia de ética corporativa y RSC en las empresas ha sido siempre bastante mal vista por quienes levantaban y perpetuaban los negocios. Muchos empresarios de la vieja escuela tenían claro que una cosa era la empresa, y otra, su propio comportamiento. En la empresa, como en el amor y en la guerra, todo valía; o dicho de otro modo, los negocios son los negocios. Todo este tinglado (tan egoísta como peligroso) se está derrumbando poco a poco…. ¿Por qué?
Una de las razones más interesantes es, sin duda, el acceso a la información por parte de la población. Antes las empresas hacían y deshacían, y nadie podía conocer el alcance de sus acciones. Hoy día, todo está en Internet; y aunque haya empresas que intenten esconder sus malas prácticas (algo que desgraciadamente logran en muchos casos, aunque con el tiempo todo se termina por saber), constantemente nos llegan noticias sobre sus “fechorías”. El consumidor, este caso, tiene el poder.
La RSC en España
Si miramos con lupa la implantación de los planes de ética corporativa y RSC en nuestro país, los datos son algo preocupantes. En una entrevista a Ramón Jáuregui (eurodiputado e impulsor de la legislación española sobre RSC de 2011) publicada en Eldiario.es, si bien la penetración de este tipo de políticas empresariales en nuestro país ha sido definida como “bastante brillante”, en el plano real dicha implantación es “discutible” y, como suele suceder, “hay de todo”. Y aunque el consumidor es una fuerza de presión en potencia para obligar a las empresas a cambiar su actitud, según Jáuregui lo que en realidad se ha convertido en el más “poderoso” impulso a la transparencia es “la exigencia informativa de la veracidad de las compañías en las cuentas, en los rankings bursátiles”.
La cuestión es que, por un motivo u otro, hoy resulta impensable que una empresa no tenga una política clara de Responsabilidad Social Corporativa para poder competir de tú a tú con el resto de Europa y del mundo. En Leialta estamos a tu disposición para ayudarte a desarrollar un plan de RSC a la medida de tu empresa, con base en una estrategia de ética corporativa sólida y fiable. Consúltanos y te contaremos cómo hacer las cosas bien desde el principio: somos expertos en Consultoría Social. ¡Te sorprenderán los resultados!
Todo está en… Internet
¿Qué haces cuando quieres saber algo sobre alguna cosa o persona? La respuesta inmediata hoy día es “buscarlo en Google”. Internet es el “chivato” más completo que te proporciona toda la información acerca de cualquier tema, de forma inmediata. Cierto es que dicha información puede ser obsoleta, no estar contrastada o ser directamente falsa, pero afortunadamente existen páginas y portales web fiables que se han convertido en verdaderos “guardianes de la moral”. En lo que a ética corporativa y RSC se refiere, y en cualquier otro campo que puedas imaginar.
En la página web del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa puedes encontrar información constante y actualizada sobre RSC en todo el mundo. Informes, cursos, avisos… Información fiable cien por cien, y del máximo interés. Como empresario, te servirá para ver “por dónde van los tiros” y cómo puedes destacar tu labor frente a la competencia, sirviéndote de políticas de impacto social positivo. Y como consumidor, estarás al tanto de lo que las empresas grandes y pequeñas hacen bien… o mal.
¿Qué dicen las administraciones públicas?
La gran relevancia que está cobrando este tema en el mundo empresarial y social ha provocado que las administraciones públicas se empiecen a implicar. Aunque no se puede hablar en ningún caso de sanciones (aunque todo se andará…), hoy día existen numerosas directivas europeas y nacionales que, casi podríamos decir, “obligan” a las empresas a obtener acreditaciones que muestren a las claras su compromiso con el entorno social y medioambiental. ¿Cómo? Mediante una ética corporativa desarrollada a través de la RSC, la forma más moderna y eficaz de poner a nuestra empresa en el camino del éxito.
Y hablamos de éxito en todos los sentidos, ya que además de ejercer una influencia positiva en lo que la rodea (y de paso, “devolver” a la sociedad lo que esta ha dado a la empresa), la combinación de ética corporativa y RSC es también una magnífica vía para crear sinergias, mejorar la reputación de la empresa, conseguir clientes y lograr lo que en definitiva es el objetivo de cualquier proyecto empresarial: crecer y obtener beneficios.
Estrategias empresariales que servirán de ejemplo
Estamos en un momento muy complicado en el que la población mundial no deja de crecer, los recursos escasean, el reparto de las riquezas está desequilibrado y el cambio climático amenaza al planeta. Por eso, la integración de una ética corporativa sólida y bien fundamentada en la estrategia de las empresas debería ser algo natural para cualquier emprendedor o empresario con ganas de hacer las cosas bien.
¿Qué piensas de la relación entre ética corporativa y RSC? ¿Crees que es importante, o que en cualquier caso “los negocios son los negocios”? ¡Dinos lo que opinas!