Qué es Responsabilidad Social Corporativa
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La imagen de las empresas del siglo XIX y comienzos del XX es más bien tétrica en el imaginario colectivo. Todos tenemos en mente las siniestras oficinas del usurero Mr. Scrooge en “Cuento de Navidad”, o aquella inhumana fábrica donde el pobre Charlot se afanaba en apretar tuercas… ¡Menos mal que los tiempos han cambiado de forma vertiginosa! Hoy día, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es clave en cualquier negocio con aspiraciones de crecimiento. En este artículo te contamos qué es Responsabilidad Social Corporativa, cómo afecta a la sociedad, la economía y el medioambiente, y en qué situación se encuentra su desarrollo en nuestro país.
Definición de Responsabilidad Social Corporativa
De acuerdo con la definición que da el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, la Responsabilidad Social Corporativa o Responsabilidad Social Empresarial (RSC o RSE) es “una forma de dirigir las empresas basada en la gestión de los impactos que su actividad genera sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, medioambiente y sobre la sociedad en general”. Básicamente: es la responsabilidad que adquiere una empresa frente al impacto que su actividad pudiera ejercer sobre los distintos órdenes sociales y ambientales, también conocidos como stakeholders.
Vamos con un ejemplo para profundizar en qué es Responsabilidad Social Corporativa: si tienes una empresa que fabrica muebles de madera, la RSC exigiría que la actividad de tu empresa no implique una tala indiscriminada de árboles, que el transporte esté optimizado (para controlar las emisiones de CO2) y que la producción no altere las condiciones de los artesanos que fabrican muebles en la región, entre otros aspectos.
Concepto RSC: un poco de historia
La Responsabilidad Social Corporativa es un concepto que se maneja desde los años 50, dándose un aspecto conceptual desde los años 80 y cobrando verdadero protagonismo en los años 90. En estas décadas se empezaron a constatar los grandes impactos que la actividad de las empresas tenía en la sociedad y el planeta. Hasta entonces, había imperado más o menos la visión dada por Friedman: el único objetivo empresarial es “el máximo beneficio de la empresa”, siendo la responsabilidad social de las empresas el “incrementar sus ganancias”. Más o menos, la política del “todo vale”…
Pero las consecuencias no se hicieron esperar, y la alarma empezó a sonar a nivel mundial. Pasado el tiempo, en el año 2001 se publicó el Libro Verde para el fomento de un marco europeo para la responsabilidad de las empresas, una publicación que marca el inicio de un antes y un después en lo que a Responsabilidad Social Corporativa se refiere. Este Libro Verde plasma las líneas políticas a nivel europeo para el fomento de buenas prácticas de las empresas en cuanto a Responsabilidad Social.
Aunque está claro que se trata de un documento fundamental para la RSC en Europa, cierto es también que el Libro Verde (al igual que el resto de documentos que se han generado al respecto) no es un compendio de obligaciones, sino de recomendaciones. Más o menos, lo que viene a llamarse soft law o “ley blanda”: no se detallan sanciones explícitas frente a las malas prácticas de las empresas, sino que la UE deja a discreción de cada estado miembro el diseño de la normativa (y las consecuencias de su incumplimiento).
Asimismo, se dan otras iniciativas internacionales relevantes como la de la ONU, que encargó un estudio sobre la RSC aplicada a empresas transnacionales (liderado por John Ruggie, dándose así los “Principios Rectores sobre las empresas y los Derechos Humanos”, introduciendo los aspectos de “proteger, respetar y remediar») que supuso un gran impulso a las medidas destinadas a fomentar la Responsabilidad Social Corporativa, si bien a día de hoy están aún pendientes de ser más desarrolladas para una efectividad real. En la actualidad Europa cuenta con una estrategia (2011-2014) cuya revisión está pendiente de ser publicada, y que incluye un plan de acción hasta 2020 durante el cual se desarrollarán ya las medidas concretas. En el caso de España, también cuenta con una estrategia (2014-2020) pendiente de ser llevada a la realidad por el Gobierno que lidere.
La Responsabilidad Social Corporativa en España
Cuando hablamos de qué es Responsabilidad Social Corporativa debemos tener en cuenta que en los últimos tiempos se ha dado un importante cambio de paradigma en el campo de la RSC, sobre todo por tres factores fundamentales:
- La crisis que ha golpeado a la sociedad mundial durante los últimos años, con fuertes impactos sociales sobre la sección de personal de las empresas (despidos, cierres, jubilaciones anticipadas…) y sobre el medioambiente.
- La cada vez más acusada percepción del consumidor sobre cómo la actividad de las empresas afecta a su entorno, con especial atención a la sostenibilidad.
- A nivel de micro-consumo, mayor exigencia de transparencia: el conocimiento por parte del consumidor de los procesos de producción de las empresas (contaminantes, nocivos para el medioambiente) y del empleo de mano de obra infantil, barata, etc., con el consiguiente “castigo” o penalización: deja de comprar esos productos.
Este cambio de paradigma se ha acusado fuertemente en nuestro país, lo que ha hecho que tanto empresas como consumidores estén asumiendo e interiorizando la RSC como algo indispensable para el tejido social y medioambiental. Desde el año 2012 las empresas pueden suscribirse al Pacto Mundial de Naciones Unidas, convirtiéndose en firmantes alineados con los 10 principios del pacto; estos fitrmantes han de ratificar anualmente su compromiso con los principios presentando un reporte. Actualmente en España contamos con un total de 2.600 entidades españolas suscritas.
Sin embargo, este método tiene una importante carencia; y es que no hay, digamos, una «auditoría» para saber si las empresas cumplen o no los principios. El caso de Volkswagen es un excelente ejemplo: a pesar del escándalo de sus famosos motores y el CO2, la firma alemana sigue suscribiendo el Pacto Mundial. Eso sí, se les ha “invitado” a salir… pudiendo volver una vez corrijan la situación, según lo declarado por Isabel Garro (Directora General de la Red Española del Pacto Mundial).
Hasta el infinito… y más allá
En el año 2002, solo siete empresas españolas hacían reportes sobre sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa; en la actualidad, son más de 180. Aunque la obligación de emitir reportes es solo para las que cotizan en el IBEX, lo cierto es que muchas que no lo hacen también se suman a esta actividad. Y es que, amigos, es una excelente herramienta para marcar la “diferencia” en un mercado altamente competitivo, construido desde una base ética, buscando mejorar los sistemas de gestión y llegando incluso a mejorar la reputación. Aunque no lo olvidemos: el verdadero sentido de la RSC es su interiorización como necesidad, y no como método de marketing.
Como habrás visto, la Responsabilidad Social Corporativa es un campo de actuación fascinante y beneficioso para todos: empresas, consumidores, medioambiente y tejido social. Y tú, ¿crees la RSC es ya indispensable para las empresas y su entorno? ¡Déjanos tu comentario!
Solo una pequeña errata en el año del Libro Verde, no 2011 sino 2001
Hola Ana,
Gracias por tu observación. Acabamos de corregir esa errata
Saludos,