Sucesión en la empresa familiar: cómo evitar conflictos

La sucesión en la empresa familiar es un tema que, más tarde o más temprano, suele terminar por levantar ampollas. Los conflictos a la hora de establecer y aceptar (por parte de todos) al sucesor de la persona que lidera una compañía son una de las razones por las que la gran mayoría de las empresas familiares desaparecen tras solo dos generaciones. Todo el trabajo y el esfuerzo de quienes emprendieron el proyecto con toda su ilusión desaparecen sin dejar rastro, por no haber sabido gestionar de manera eficaz un proceso por el que toda empresa familiar debe pasar.

Intrusiones abusivas, agravios comparativos… Todo el que forme parte de una empresa de estas características sabe muy bien de qué hablamos. Sin embargo, hay formas de evitar la catástrofe y mantener la empresa a salvo de rencillas, estableciendo cortafuegos que eviten el fin del negocio. Hoy repasamos cuáles son y cómo los puedes llevar a la práctica. ¡Sigue leyendo!

Conflictos en la sucesión en la empresa familiar. ¿Por qué se dan?

No se puede responder de forma contundente a esta pregunta, porque empresas familiares hay tantas como tipos de familias. Y lógicamente, ninguna es igual a la otra. Sin embargo, lo habitual es que los conflictos derivados de la sucesión en la empresa familiar estén relacionados con los sucesores, por causa de problemas entre ellos o con el líder de la empresa. Es el clásico ejemplo de los hijos que se sienten desplazados por sus padres frente al resto de los hermanos.

Un ejemplo: la sucesión en la empresa Eulen

Sin ir más lejos, tenemos el caso de la empresa Eulen. El fundador, David Álvarez, vio cómo cinco de sus siete hijos se levantaban en armas contra él tras casarse con su secretaria en el año 2009. El conflicto se agravó cuando los hijos en discordia intentaron sacar a su padre del mando de la empresa, sin conseguirlo. Al final, Álvarez se alió con su hija María José para controlar el 60% de la empresa. Si bien con el tiempo Eulen ha mantenido sus beneficios y no tiene visos de desaparecer, la guerra fue encarnizada y todavía levanta ampollas.

Protocolo familiar, la herramienta idónea

El protocolo familiar es la herramienta idónea para prever este tipo de situaciones y evitar que la sangre llegue al río (metafóricamente, esperamos). En este blog hemos hablado varias veces sobre el protocolo familiar, su necesidad y sus ventajas, porque creemos firmemente que cualquier empresa familiar se beneficia considerablemente de su creación. Tristemente, y según el diario La Vanguardia, solo cuenta con protocolo familiar el 8,9% de las empresas familiares españolas. ¡No es de extrañar que este tipo de sociedades no suela sobrevivir a la 2ª generación!

En el mismo artículo se indica que muchos expertos en empresa familiar “han calificado el protocolo familiar como una de las soluciones a la supervivencia de este tipo de empresas […]. La tasa media de rentabilidad o de supervivencia es tres veces superior para una empresa con protocolo familiar.”

¿Cuándo plantear el tema de la sucesión en la empresa familiar?

Para que la sucesión en la empresa familiar no se convierta en fuente de problemas es muy importante dejar bien claro cómo debe ser el proceso. Y la forma de lograrlo es.. a través de un protocolo familiar (en Leialta te asesoramos, acompañamos y apoyamos en la creación de un protocolo específico para tu caso: consúltanos tus dudas y las resolveremos con nuestro equipo especializado en consultoría empresarial especializada en la consultoría de empresa familiar).

Pero no solo es importante cómo hacerlo, sino también cuándo. Este tipo de acciones son muy delicadas; hay que saber escoger el momento idóneo para plantear la continuidad de la empresa familiar. Y sin duda, ese momento es aquél en el que reina la paz social y la empresa está libre de problemas, rencillas, discusiones o pérdidas económicas. De ahí la importancia de adelantarse en el tiempo a lo que depara el futuro de forma inexorable: preparar la continuidad de la empresa familiar.

La fórmula para evitar las intromisiones familiares

En el protocolo familiar no solo se deben indicar los pasos a seguir cuando llegue el momento de la sucesión en la empresa familiar. Hay muchas otras medidas que se pueden tomar para garantizar la continuidad de la empresa familiar en el tiempo. Sin ir más lejos, la prevención de intromisiones. Veamos un ejemplo: en una empresa familiar asentada y solvente va a entrar a trabajar el hijo de uno de los socios. Acaba de terminar el máster en Estados Unidos y está deseando formar parte de la empresa. Hasta aquí, todo normal.

El problema surge cuando el padre exige para su hijo un sueldo de 100.000 euros anuales y un despacho propio desde el minuto 1, a pesar de que carece de experiencia alguna y no se ha acercado a la sede de la empresa en su vida… Resulta inadmisible para el resto de socios.

El protocolo familiar se revela como el mejor aliado, ya que establece el camino a seguir para todos los socios y sucesores por igual. Una herramienta imprescindible para cualquier empresa familiar con vocación de futuro y asentada en el siglo XXI.

La continuidad de la empresa familiar está a tu alcance

Como verás, evitar que la cuestión de la sucesión en la empresa familiar se convierta en un campo de batalla (que puede generar heridas que no sanarán en décadas) está en tu mano. Mediante un protocolo familiar completo que abarque todas las posibles situaciones, tu empresa podrá establecer una ruta segura hacia la permanencia. Y al mismo tiempo, gestionar su buen funcionamiento evitando fricciones y conflictos innecesarios.

¿Qué opinas sobre los problemas que surgen cuando se plantea la sucesión en la empresa familiar? ¿Se te ocurre alguna otra herramienta para afrontarlos, aparte del protocolo familiar? ¡Coméntanos tu opinión!